15.11.04

"Salid por la noche



Posted by Hello

...no quedeis en casa". Los Cardíacos ya lo dejaban claro en los lejanos ochenta. Quedarse en casa un fin de semana no es buena idea. O eso parece.

Nunca he sido muy de trasnochar y quedarme hasta las tantas bebiendo y hablando, y todavía menos desde que nació la pequeña. Pero eso no quita que algún que otro sábado apetezca reunirse con unos amigos y seguir el ritual de los madurillos cuarentones para estos menesteres. Unas cuantas parejas que nos juntamos, una copita -o dos- para abrir boca, una cena y unas cuantas copas más para continuar la noche. Y mientras tanto, nos transmutamos en comentaristas políticos y arreglamos el mundo, ejercemos de críticos (de cualquier tema, que valemos para todo: cine, música, literatura, televisión, arte...), montamos nuestro propio programa rosa y destripamos sin piedad al que se nos ponga delante...

      Y, terminada la cena, una peregrinación por los chiringos de una de las zonas de movida -obviamente, con preferencia hacia aquella en la que se mueve nuestra tribu-, siempre atestados, todos con la música a volumen peligroso para la salud e imposibilitando cualquier conversación, con lo que más vale que la selección musical sea acorde a nuestros gustos y haya el mínimo lugar necesario para bailar... entendiendo por bailar en estos casos el movimiento espasmódico de codos y cadera escasos centímetros de derecha a izquierda y viceversa, ya que el exiguo espacio disponible no da para más...

      A pesar de lo dicho arriba, me lo suelo pasar bien, especialmente por la compañía y la conversación. Pero siempre acabo con el regusto de que todo es bastante falso, que para hablar y tomar copas con los amigos no hace falta estar en pie hasta las tantas de la madrugada, que para oir la música que me gusta puedo quedarme en casa, donde además puedo cantar a voz en grito sin pudor alguno... (no, a día de hoy ningún vecino ha presentado demanda por escándalo público...)

      La conclusión inapelable a la que llego es que hemos institucionalizado la noche. Antes era refugio de lo prohibido o ilegal, había una especie de culto soterrado por la misma, la gente se metía en unos locales que hacía suyos y compartía con sus amigos conversaciones y temas propios, se ponían los discos que aún no eran populares, se hablaba de lo que no hablaban ni periódicos ni televisión ni nadie... Sin embargo, ahora la noche del fin de semana es el bullicio de la ciudad, sin más... La gente sale a la calle como si fuera de día, en un ritual en el que es tan importante ver como ser visto... Asistes a un desfile de modelos y actitudes y saludas a la gente con una cordialidad que no se da en horario diurno, como si aceptaras a alguien en un club exclusivo, cuando en realidad es el club global al que debes pertenecer si no quieres convertirte en un bicho raro...

      Por no hablar que la noche, que en sí ya era un reservado del día, tenía antes su propio reservado para la intimidad y la búsqueda de alguien... en terminos menos líricos, para el ligoteo puro y duro, en fin. Ahora, con esa música a volumen brutal, la calle tomada en pleno por la masa, los locales abarrotados hasta el último milímetro cuadrado... toda sensación de intimidad ha desaparecido. O eso o cierta gente ha desarrollado unas habilidades que uno o ha perdido o jamás tuvo.

      Este último sábado repetí el ritual, y todo o casi todo seguía igual. Igual que lo repetiré dentro de unas semanas y nada habrá cambiado. Salir por la noche, me temo, se ha convertido en algo rutinario y sin magia. Pero mientras que mis amigos se apunten y siga disfrutando de su compañía, uno seguirá cayendo en la trampa. Porque la rutina y lo cotidiano tienen también su encanto si hay diversión. Pero perdonen que no me crea más lo de los misterios de la noche...

Imagen © Oscar Alonso, tomada de www.envisionpublicidad.com