Cataluña / Catalunya / ¿Catalonia?
Posted by Hello
    Les hablaba un poco más abajo de cierto clima de crispación en este país que empieza a preocuparme algo... El enfrentamiento entre diferentes sectores es cada vez más agrio. Ya no sólo a nivel social, como el que trato en las paridas anteriores, sino también a nivel político y geográfico.
    Soy hijo y nieto (y bisnieto, y más allá) de catalanes por parte de padre. Nacido y bautizado en Asturias como Jorge, para mi familia siempre he sido Jordi, y mis amigos me llaman indistintamente Jorge o Jordi, según como me haya presentado a ellos el primer día. Porque para mí son igual de importantes mis raices asturianas y catalanas. Desde pequeño he querido a Cataluña, me he encontrado allí como en casa y nada más marchar empiezo a desear volver; me siento orgulloso de ser -como jocosamente dice mi esposa a menudo- "medio catalán". Con la llegada de la democracia, aprendí también a amar a Catalunya, a comprender y apoyar sus reivindicaciones dentro de España y a aceptar, respetar e incluso apoyar, si el caso se llegara a dar, un deseo mayoritario entre los catalanes de independizarse. Pero a quien no llegaré a entender jamás, ni a querer ni amar, es a la Catalonia que ahora nos intenta vender un sector, espero y ansío, minoritario.
    No, no puedo estimar a esta Catalonia que no acepta que a día de hoy la gran mayoría de la población vote a opciones no independentistas y que pide su libertad a los paises angloparlantes ("Freedom for Catalonia") como si fueran un territorio sojuzgado por la más odiosa de las dictaduras y no pudieran expresar libremente su opinión, como si sus líderes estuvieran encarcelados y fueran torturados. O que, también en un mensaje sólo para angloparlantes, confunden el mapa mundial con aseveraciones que a día de hoy, mira tu por donde, son verdad ("Catalonia is not Spain" ...that's true, it's a part of Spain), aunque evidentemente no es ese su mensaje.
    No, definitivamente desprecio a la Catalonia cuyos líderes (el impresentable Carod Rovira y sus secuaces) juegan políticamente con un deporte fuertemente implantado en Cataluña y lo usan para levantar a la población con consignas incendiarias... un deporte al que ahora, no les quepa duda, abandonarán una vez que ya lo han exprimido para sus propósitos, con esa frase (ya ven, lo único con cierto sentido que ha dicho ese señor) afirmando que ahora se ha demostrado que Catalunya necesita ser un estado independiente. Pues tiene usted razón, senyor Carod, si quieren selecciones deportivas nacionales propias, sean primero nación, o sea, ganen en las urnas, demuestren que democráticamente la mayoría del pueblo catalán quiere la independencia, y entonces es posible que el resto del Estado acepte un cambio en la Constitución (eso esperaría yo, al menos) para garantizar su deseo. Entretanto, mientras sean part of Spain, aspirar a que en un evento deportivo a nivel internacional Catalunya (¿o Catalonia?) se enfrente a España es un desatino. Y no me vengan con el manido ejemplo de las selecciones de fútbol británicas... Gales, Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte se enfrentan entre sí, pero jamás se han enfrentado al Reino Unido... porque son parte del Reino Unido.
    Me decepciona y avergüenza esa Catalonia despreciablemente irrespetuosa, sorprendemente desagradecida, que en un arrebato infantil, un capricho indigno de un pueblo maduro y educado, pretende ahora quitar apoyo a la candidatura madrileña para los Juegos Olímpicos de 2012. Una Catalonia que demuestra una memoria frágil y olvida que los de 1992, que tanto supusieron en infraestructuras para su región, que tanto embellecieron Barcelona hasta convertirla en una de las ciudades más hermosas del mundo, que tanto aportaron en proyección internacional... no se hubieran celebrado allí sin el apoyo entusiasta del resto de España, incluida Madrid. Que uno de los puntos más valorados, sino el que más, a la hora de otorgar sedes olímpicas es la unidad del proyecto, el apoyo ferviente de todo un país. Y que una reivindicación independentista no debe estar reñida con la buena educación y una muestra recíproca de agradecimiento. Moralmente Cataluña y Barcelona deben apoyar esa candidatura. Porque uno siempre ha creido que los catalanes son agradecidos y educados.
    En definitiva, amo a Cataluña y los catalanes, quiero a Catalunya y els catalans. Desprecio a Catalonia. Y ya ven que no hablo de motivos históricos, económicos o políticos para que Cataluña siga siendo parte de España o sea independiente. Discusiones así se convierten fácilmente en frases arrojadizas de forma demagógica. Lo que vale es la voluntad de un pueblo. Si los catalanes, después de sopesar detenidamente pros y contras, deciden libremente optar por la independencia via las urnas, independientemente de que yo lo entienda o no, o coincida con mi opinión o no, les apoyaré fervientemente. Y como yo, creo, muchísima más gente. Pero si se dejan llevar por arrebatos de ira infantiles o la verborrea inclasificable de políticos de tercera, cayendo en la falta de respeto y la falta de educación, si, en fin, Catalonia se sobrepone a Catalunya o Cataluña... bueno, no quiero ni pensarlo.
    Eso sí... me gustaría que fuera de Cataluña las cosas tampoco se exacerbaran. Que por ejemplo, sea verdad, como he leido en algún periódico, que la Federación Internacional de Patinaje haya excluido a Cataluña (y también a Gibraltar, por ejemplo) porque se guía por la Carta Olímpica y esta deja bien claro que solo paises con estado propio tienen derecho a representación en eventos internacionales y no porque haya podido haber, como destaca la prensa catalana, presiones ni mucho menos sobornos por parte de políticos españoles favorables a esa exclusión. Que la prensa nacional no saque de quicio anécdotas como la famosa pancartita con el eslogan en inglés que se exhibió en el Camp Nou durante el partido contra el Madrid... una pancarta que representa el sentir de una minoría, como demuestran, repito, las urnas, y que, nos guste o no, tienen el derecho a exhibir si les apetece (nota: es curioso que no se arme tanto escándalo con las pancartas y banderas pronazis o preconstitucionales que se exhiben en el Bernabéu y otros estadios de España...). Tampoco es esa la España que yo quiero, una que busca el enfrentamiento y la discordia... Eso demostraría que hemos aprendido muy poco desde 1975...
    Amics, germás... Visca Catalunya y fora Catalonia.
Imagen tomada de http://herve.pi.free.fr